27 abril 2007

Insominio

Trailer del corto Insomnio, en el que participa el más lunático de los lunáticos del Club...

24 abril 2007

Edmundo se suicida para siempre...

Me voy, no sé por cuanto tiempo ni tampoco a dónde. Que más da.

Sólo sé que yo ya no puedo ser yo y que no queda más remedio que un nuevo suicido simbólico. Edmundo pasará a mejor vida, no os preocupéis. Estos últimos dos años culminan para mí con el fin de toda esperanza, con convencimiento no obstante que diría Ángel González. Me retiro de los abismos neuróticos, me autoexilio de estos lindes lunáticos, del sentir amargo y dulce, de ideales loables con regusto a sempiternas derrotas, de ese furor divino de amor capaz de durar más 51 años, 9 meses y 4 días, de voces debidas, de palabras a Julia, de vientos del pueblo, de Granada,... El dolor es inmenso. La verdadera historia nunca explicada fue que Edmundo tras pasar por el Conde de Montecristo se rió de él todo el mundo y no tuvo más remedio que volverse al Castillo de If, que el deseo de venganza fue un fracaso, que ella no le volvió a amar, ni como Edmundo ni como Conde, ni como nada. Todo fue una ilusión más, un artificio, Edmundo creyó ver en la matemática, en los libros humanistas de su tiempo, en el ejemplo resistente de un jesuita, un retal de esperanza pero no, era quijotismo, no había ya aliento para tal cosa más que en la literatura. No me llaméis, no me enviéis correos, todo será vano y absurdo porque con el alba, mañana ya no habrá Edmundo.

A partir de ahora buscadme en el silencio. El genio de Chesterton, un defensor implacable de la ortodoxia, esa actitud tan necesaria para aquellos que aún hoy tengan esperanzas, decía: "La réplica más aguda es el silencio". Jamás entenderé como él pudo decir tal cosa. Pero para mí así es, renuncio más al uso de las palabras y sus significados tomándomelas en serio, tal cosa ya sólo puede provocar una mueca agria en mí rostro. Quizá me encontréis algún día por ahí, junto a Diógenes el cínico, en uno de esos días soleados junto a perros, orinando banquetes insignes, convenciones, normas sociales, quizá viviendo alguna que otra farsa, de responsable y pragmático padre, de profesional informático... que más da... si todo es absurdo.

22 abril 2007

Cita con ángeles...

Desde los tiempos más remotos
vuelan los ángeles guardianes,
siempre celosos de sus votos
contra atropellos y desmanes.
Junto a las cunas infantiles,
junto los tristes moribundos,
cuentan que velan los gentiles
seres con alas de otro mundo.

Cuando este ángel surca el cielo,
no hay nada que se le asemeje.
El fin de su apurado vuelo
es la sentencia de un hereje.
No se distraiga ni demore,
todo es ahora inoportuno.
Va rumbo al campo de las flores
donde la hoguera espera a Bruno.

Se lanza un ángel de la altura,
caída libre que da frío.
La orden de su jefatura
es descender hasta Dos Ríos.
Es 19 y también mayo,
monte de espuma y madre sierra,
cuando otro ángel a caballo
cae “con los pobres de la tierra”.

Dicen que al filo de la una
un angelote compasivo
pasó delante de la luna,
sobrevolando los olivos.
Y cuentan que con mala maña
fue tiroteado su abanico,
justo a la hora que en España
se nos mataba a Federico.

Un bello arcángel aletea
junto a un gran pájaro de hierro.
Procura que un hombre lo vea
para ahuyentar cien mil destierros.
Pero el arcángel se sofoca
y un ala azul se le lastima
y el ave negra abre la boca
cuando atraviesan Hiroshima.

Dejando un surco luminoso
por sobre Memphis, Tennessee,
pasó volando presuroso
un ser alado en frenesí.
Iba vistiéndose de luto,
iba llorando el querubín
e iba contando los minutos
de Dios y Martin Luther King.

El ángel pasa bajo un puente,
después rodea un rascacielos.
Parque Central, lleno de gente,
no se da cuenta de su vuelo.
Cuánta utopía será rota
y cuánta imaginación
cuando a la puerta del Dakota
las balas derriben a John.

Septiembre aúlla todavía
su doble saldo escalofriante.
Todo sucede un mismo día
gracias a un odio semejante.
Y el mismo ángel que allá en Chile
vio bombardear al presidente,
ve las dos torres con sus miles
cayendo inolvidablemente.

Desesperados, los querubes
toman los cielos de la tierra
y con sus lápices de nubes
pintan adioses a las guerras.
El mundo llena los balcones
y exclama al fin: esta es mi lucha,
pero el señor de los cañones
no mira al cielo ni lo escucha.

Pobres los ángeles urgentes
que nunca llegan a salvarnos.
¿Será que son incompetentes
o que no hay forma de ayudarnos?
Para evitarles más dolores
y cuentas del sicoanalista,
seamos un tilín mejores
y mucho menos egoístas.

Silvio Rodriguez

17 abril 2007

Tristes guerras...

Hoy, 17 de Abril, no espero nada, nada, nada... Si gestos como el de Miguel Hernández, esperanzas como la suya, son relegados al abismo enigmático del olvido entonces que más da ya todo...

Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras
Tristes, tristes

Tristes hombres
si no mueren de amores
Tristes, tristes

16 abril 2007

Manifest de l'antifilosof

L’idealisme platònic i l’existencialisme de Sartre. Hume i Kant. Diferents models per representar la mateixa veritat, una veritat que no existeix i que per tant sempre es certa -i falsa, certament-. Una perfecció inassolible per infinita.

Escoltem, confrontem opinions, llegim, assimilem, creiem que entenem i al final construïm el nostre propi model, fins que una nova perspectiva, un nou model ens obliga -si som prou valents- a replantejar-ho tot. Algú podria dir que així funcionen les coses, q així evolucionem, però cap on? en quina direcció? Si la meta es inassolible, infinita… importa en quin punt del camí ens quedem?

L’antifilosof (o potser el meu antifilosof) no camina en cap direcció, ja que la veritat es inabastable, no cal caminar. La veritat es un cercle d’infinit radi, on tots els punts del camí estan a la mateixa distancia del centre. Deixar de filosofar per poder arribar a ser un verdader filosof, aquesta es l’essència, la contradicció.

Deconstruïm els models, tornem al més bàsic, el mes íntim del nostre ésser. Allà, amb la visió d’un infant, sense prejudicis, mirem el mon amb la il.lusió de saber que mai el comprendrem.

12 abril 2007

A qué se debe, debe,...


Dos luceros negros
revuelven y anudan,
a un tiempo,
mi sentir, mis emociones,
ahora arriba, ahora abajo,
alegría allí, tristeza aquí,
y son palabras aladas
que no flechas envenenadas
las que alcanzan
mi espíritu.

A qué se debe, debe,
a qué sabe ese frío helado
que anuncia el verano,
rosa, blanco y dulce...

Y qué tenían esos tochos,
esos que se alzan
en el regazo, en el vientre,
de dos líneas infinitas
camino del horizonte.
Bajo esa reliquia,
estabas tú, yo te ví, sí, a tí,
que no a un espectro.

Y esa Iglesia
de barrio obrero,
sin ley,
otrora roja y comunista,
frente a ella te me alzas
sobre mis hombros,
con tacones
que no alcanzo.

Y miro, y no me miras...
¿Silencio? ¡No! ¡Imposible!
Las palabras no pueden parar...
nunca, nunca, nada...

Y esos pasos de aquí a allá,
de allá para aquí,
de banco a banco,
ahora éste, ahora aquél,
flotando el tiempo,
suspendiendo el frío.
¿Era Venus?
No, un satélite.

¿No es alcanzable lo infinito?
¿No se puede ser libre?
Qué tendrá la libertad
que nos da miedo,
que le ponemos límites
cercos, muros,
que devenimos siempre,
siempre, esclavos
de esto, de aquello,
de lo otro.

09 abril 2007

En lo del deber...













En lo vacío y en lo entero,
en lo que poseo,
hay algo de más.
No debo.
Me había perdido
lo único certero
y sin querer escuchar
abandonaba el cuerpo.
¿Por qué no existe
lo venidero?
La poesía tirada,
quizás abandonada,
en lo vacío y en lo entero,
en lo que poseo,
hay algo de más.
No debo.

Para la tristeza, no hay consuelo.
Y sin embargo,
no debo.

06 abril 2007

Raíces de la moralidad en conducta de primates

Os transcribo este artículo aparecido ayer en EL PAÍS. ¿Surge la moralidad, y por extensión la conducta social, de la nada o evolucionó a partir de las emociones, también presentes en los primates?

Abril 01, 2007 Por NICHOLAS WADE

Algunos animales son sorprendentemente sensibles a los problemas de otros. Chimpancés, que no saben nadar, se han ahogado en fosos de zoológicos por intentar salvar a otros. En vista de la posibilidad de obtener alimento al tirar una cadena que también daría una descarga eléctrica a un compañero, monos rhesus pasarán hambre durante varios días.
Biólogos sostienen que éstos y otros comportamientos sociales son los precursores de la moralidad humana.
En un libro reciente, “Primates and Philosophers”, el primatólogo Frans de Waal se defiende de filósofos que critican su opinión de que las raíces de la moralidad pueden ser vistas en el comportamiento social de monos y simios.
De Waal, director del Centro Living Links en la Universidad Emory de Atlanta, sostiene que todos los animales sociales han tenido que restringir o alterar su comportamiento de diversas formas para que la vida en grupo valga la pena. Estas restricciones, evidentes en los monos y aún más en los chimpancés, también son parte de la herencia humana y, de acuerdo con su opinión, forman el grupo de comportamientos a partir del cual se formó la moralidad humana.
Sus opiniones están basadas en años de observar primates no humanos, que iniciaron con su trabajo acerca de la agresión realizado en los años 60. Entonces se dio cuenta de que, después de luchas entre dos combatientes, otros chimpancés consolaban al perdedor. Descubrió que la consolación era universal entre los grandes simios. Para consolar a otro, sostiene De Waal, se necesita empatía y un nivel de conciencia de uno mismo que sólo los humanos y los simios parecen tener. Y estudiar la empatía rápidamente lo llevó a explorar las condiciones para la moralidad.

La vida social requiere de empatía, especialmente evidente en los chimpancés, además de maneras de acabar con las hostilidades internas. Cada especie de simio y mono tiene su propio protocolo para las reconciliaciones después de las peleas, descubrió De Waal. Si dos machos no hacen las paces, con frecuencia chimpancés hembras reunirán a los rivales, como si sintieran que la discordia empeora su comunidad y la vuelve más vulnerable a ataques de vecinos.
De Wall cree que esos actos se realizan por el bien de la comunidad y son un precursor significativo de la moralidad en las sociedades humanas.
Él se ha enfrentado a muchos críticos en biología evolutiva y psicología al desarrollar sus opiniones, y su público más reciente son los filósofos morales. A Philip Kitcher, filósofo de la Universidad de Columbia, le gusta el enfoque empírico de De Waal. “No tengo ninguna duda de que hay patrones de comportamiento, que compartimos con nuestros parientes primates, que son relevantes para nuestras decisiones éticas”, declaró.

Muchos filósofos creen que el razonamiento consciente tiene un importante papel para guiar el comportamiento ético humano y, por lo tanto, no están dispuestos a permitir que todo se genere en las emociones, como la compasión, que puede ser evidente en los chimpancés.
El elemento imparcial de la moralidad proviene de una capacidad para razonar, escribe Peter Singer, filósofo moral de la Universidad de Princeton, en “Primates and Philosophers”. Él dice: “La razón es como una escalera eléctrica, una vez que nos paramos en ella, no podemos bajarnos hasta que hayamos llegado a donde nos lleva”.

Los filósofos tienen otra razón por la que los biólogos no pueden llegar al corazón de la moralidad, y es que los análisis biológicos no pueden cruzar la brecha entre “es” y “debería”, entre la descripción de algún comportamiento y la cuestión de por qué está bien o mal. “Se puede identificar algún valor que tenemos y contar una historia evolutiva acerca de por qué lo tenemos, pero siempre está la cuestión radicalmente diferente de si deberíamos tenerlo”, afirmó Sharon Street, filósofa moral de la Universidad de Nueva York.
“No estoy seguro de qué tan realista sea la distinción”, dijo De Waal. “Si un animal joven está en una pelea, la madre debe defenderlo. O al compartir la comida, los animales se presionan unos a otros, que es el primer tipo de situación de ‘debería’”.