17 abril 2007

Tristes guerras...

Hoy, 17 de Abril, no espero nada, nada, nada... Si gestos como el de Miguel Hernández, esperanzas como la suya, son relegados al abismo enigmático del olvido entonces que más da ya todo...

Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras
Tristes, tristes

Tristes hombres
si no mueren de amores
Tristes, tristes

4 comentarios:

Shelley dijo...

Hay una poesía de él que nadie conoce que dice:

No quiso ser.

No conoció el encuentro
del hombre y la mujer.
El amoroso vello
no pudo florecer.
Detuvo sus sentidos
negándose a saber
y descendieron diáfanos
ante el amanecer.
Vio turbio su mañana
y se quedó en su ayer.

No quiso ser.

Miguel se abandonó en el fondo, cuando queráis hablo de lo que pienso de él y por qué lo admiro tanto.
Un abrazo.

Edmundo V dijo...

Miguel se abandonó al pasado porque allí, tras la derrota, quedó la esperanza de los humildes, del pueblo, de los suyos, de la poesía, del amor, jamás hubiera hecho eso si los vencidos hubieran sido los que gritaban jactanciosamente: ¡viva la muerte! ¡abajo la cultura!

Miguel quedó petrificado frente a la imagen de un pueblo que tomó heroicamente las riendas de su historia, de su vida, que comenzó a escribir su propia historia, y que lamentablemente sucumbió en el intento. Esa imagen de heroismo y derrota del pueblo español lo sumió en una profunda nostalgia melancólica. Miguel tras la derrota en una guerra de amor ya sólo podía morir de amor, por ello se abandonó.

Txiqui dijo...

Me encanta Miguel Hernández... Sus poesías emocionan.
A ver cuando nos das esa clase sobre él!

Shelley dijo...

Cogedme, cogedme.
Dejadme, dejadme,
fieras, hombres, sombras,
soles, flores, mares.
Cogedme.
Dejadme.

¿Puede haber algo más heroico y sincero que eso que expresa?

Yo creo que no. Cogedme, dejadme...