17 julio 2007

Nada más lejos, o el grito de las sinrazón


Eran casi las cinco y la conversación no daba de sí, las dos estábamos como en otro planeta. La calefacción brillaba por su ausencia y el cuerpo me recordaba que este año la primavera tardaba en llegar. “Jefe, otra manzanilla, con un chorrito de anís. Y tu, niña, ¡¿te tomarás otro café?! Aunque no te quite el sueño no es bueno, te tomaste uno ya, y era doble, te gustan las cosas con carácter para según qué”. Te mosqueaste y me supo mal, sabes que no tomo café porque me sienta horrible, y las infusiones sin el toquecito parecen agua.

El camarero nuevo tiene un aire interesante, pero parece que le de miedo servir las consumiciones, estará atontado como el ambiente del local. Durante un segundo, quizá por el anís y tu cafeína, nos olvidamos que estabas cansada del curro y que mis exámenes de invierno habían sido menos buenos de lo esperado. Que si los hombres mucha boca pero no están liberados sexualmente, que si hay que saber valorar la amistad, que basta ya de tanto ocio para tontos, que si…

La luz ya no entraba por los balcones y mi reloj de estudiante me mandaba a la cama, al despedirnos te recordé que debíamos hablar sobre lo que dijo María el sábado, antes de marearse saliendo del bareto de los chupitos, eso del Círculo de Mujeres, tías normales que viven para el mañana mejor. Estuvo fina la niña. Unas risas, dos besos y pa casa.

No había manera de dormir, el estómago me ardía y el examen de Bio Animal se repetía en mi cabeza, era de sobresaliente, y por esa menudez me quito un maldito punto, un notable en el expediente por los ovarios de la profe. Jeje, que gracia María, lo del Círculo de Mujeres es buena idea, una paja mental divertida. Con las amigas, chicas de barrio, de la gran ciudad, dar vueltas irónicamente sobre que podemos hacer la gente normal para mañana, pasado, el otro y el otro vivir todas un poco mejor. Ésta, a veces le gusta hacernos tragar eso de que es la rubia tonta del grupo. Seguro que ni se fijó en que decía, des que está con el tipo ese parece la más lista, todo postín.

Llegué tarde, venía del centro, des que la Rosa Mari cerró cada vez hay que ir más lejos para depilarse sin dejarse el sueldo. “Jefe, una manzanilla, con un chorrito de anís y un par de cubitos. Y tu niña, sigues con el café? Vale, ahora es doble y con hielo, un poco de variedad, tienes razón. Cualquier día te pilla una taquicardia con tanta cafeína.” Reíste, hacía tardes que no te veía reír. Entre el curro en la oficina, que te dan cada día las tantas y el rollo cansino de María y las demás, te están jodiendo las primeras semanas de terracitas, minifalda y sueños playeros.

Que si el discurso postmoderno de Carla, Carlos para las amigas (vale joder, sabes que no tengo nada contra las lesbianas pero es pesadita), las otras todo el día alabando y razonando desde las alturas su heterosexualidad, el novio de María que va de integrao y de gallito (como si lo escuchara “cualquier día cogéis el coche y os llevo de tapeo en Logroño o en Pamplona y quedareis como reinas, ¿verdad María?"). Es el colmo, se las quieren dar de lo más puesto de la zona oeste de la ciudad

Tienes toda la razón, hoy pago yo la ronda, por haberte soltao, que ya te tocaba quedarte a gusto contigo misma y con las demás. A ver cuando mandas a tomar viento los del curro.
Estuvo bien la tarde del sábado.

2 comentarios:

Txiqui dijo...

Que bonito... ;)

Shelley dijo...

Eis, quien es la persona normal?