16 julio 2007

Del amor, según Pío Baroja

Extracto de la obra de Pío Baroja El árbol de la ciencia. Seguramente parafrasea a Schopenhauer. Como mínimo seguro que da pie a pensar, volver sobre Los amantes de Magritte y sacar alguna que otra reflexión...


- Y usted, don Andrés, que es un sabio, que ha encontrado esas teorías sobre el amor, ¿qué es eso del amor?
- ¿El amor?
- Sí.
- Pues el amor, y le voy a parecer a usted un pedante, es la confluencia del instinto fetichista y del instinto sexual.
- No comprendo.
- Ahora viene la explicación. El instinto sexual empuja al hombre a la mujer y la mujer al hombre, indistintamente; pero el hombre, que tiene un poder de fantasear, dice: esa mujer, y la mujer dice: ese hombre. Aquí empieza el instinto fetichista; sobre el cuerpo de la persona eligido porque sí. se forja otro más hermoso y se le adorna y se le embellece, y se convence uno de que el ídolo forjado por la imaginación es la misma verdad. Un hombre que ama a una mujer la ve en su interior desformada, y la mujer que quiere al hombre le pasa lo mismo, lo deforma. a través de una nube brillante y falsa, se ven los amantes el uno al otro, y en la oscuridad ríe el antiguo diablo, que no es más que la especie.
- ¡La especie! ¿Y que tiene que ver ahí la especie?
- El instinto de la especie es la voluntad de tener hijos, de tener descendencia. La principal idea de la mujer es el hijo. La mujer, instintivamente, quiere primero el hijo; pero la Naturaleza necesita vestir ese deseo con otra forma más poética, más sugestiva, y crea esas mentiras, esos velos que constituyen el amor.
- ¿De manera que el amor, en el fondo, es un engaño?
- Sí, es una engaño como la misma vida; por eso alguno ha dicho, con razón: una mujer es tan buena como otra, y a veces más; lo mismo se puede decir del hombre: un hombre es tan bueno como otro, y a veces más.
- Eso será para la persona que no quiere.
- Claro, para el que no está ilusionado, engañado... Por eso sucede que los matrimonios de amor producen más dolores y desilusiones que los de conveniencia.
- ¿De verdad cree usted eso?
- Sí.
- Y a usted, ¿qué le parece que vale más, engañarse y sufrir o no engañarse nunca?

2 comentarios:

Shelley dijo...

¡Viva Lulú!

Anónimo dijo...

tu k estas perdido ya
pk as kitao las fotos de fin de año? no lo veo justo pero weno
venga desaparecido, cuídate..