14 agosto 2006

Toda historia tiene un principio, toda leyenda tiene un origen, todo mito tiene un inicio...


Sentado en un banco de madera. El silencio, agradable por poco habitual, se apodera de todo y te relajas, el sol se fue y la tibia luz de la luna te reconcilia con el mundo. Mientras los hombres lobo dejan de ser hombre para pasar a ser racional, a lobo, suspiras entre dudas y afirmaciones, entre miedos y desilusiones, entre el camino y la meta por alcanzar. Cuando la dialéctica ha acabado con el sano raciocinio de tu mente aislada te sientes solo y desquiciado. Te das cuenta que de la luna saltan seres que escondidos tras ella te protegían, llegan al banco, son ellos, el Club de la Luna Llena.

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