13 junio 2007

Síntesis sonética

Sorprendidos, mis ojos, se quedaron,
los labios, por asombro, enmudecieron,
vieron más que esperaron
aquéllos, y éstos tanto más rieron,
que hasta a llorar llegaron
con lo que Edmundo y Shelley escribieron.

Fue, sin duda, una pausa en el trasiego,
un momento imprevisto de descanso
el que inspiró –no niego-
la escritura feliz, de corte manso,
de tamaña poesía,
tras la que volverían
a la Carne, tal vez con más apego.
Extraña la razón del que la niega
y es a la Carne, al fin, a quien se entrega.

Es por ello, con forma de soneto,
que haré un intento efímero (prometo)
por responder a esfuerzo tan loable
y explicar con notable
síntesis de conceptos
la ideología, el Zeitgeist y los preceptos…

...


Edmundo V

Tu pensar es etéreo, aunque reposa
por dialéctico modo en un sustrato;
hay dos mundos que están haciendo un trato:
el concepto volátil y la cosa.

La sustancia, sin más, es deshonrosa,
no consigue explicarnos el relato;
inútil reducirlo todo a un dato,
y más si emerge de una dama hermosa.

Tú vives sin esencias naturales,
autoreconocido permanente
en un fractal revés antropológico.

Del animal te quedan las señales
pero llegaste a ser, abruptamente,
un animal, tal vez, aunque ideológico.


Ender el Xenocida

Es mi pensar efecto mensurable,
mi cuerpo un azaroso resultado,
pero ese azar, como al tirar un dado,
es, por esencia, matematizable.

Hay sólo un mundo, y éste es alcanzable,
todo está de lo mismo conformado:
ningún dualismo, aunque sea refinado,
se ajustará mejor que una variable.

Existe lo real, y a ello tendemos,
traumático final cuando esté muerto:
tu sustrato, mi azar, es lo que manda.

Tú llamas mundo a aquello que no vemos,
pero una causa en todo he descubierto
si avanzo el paso que tu fe desanda.

...

Espero que estos versos hayan sido
un digno corolario a vuestro acierto,
y consiguieran, siempre agradecido,
a pecho descubierto,
y eludiendo las prisas,
arrancar las sonrisas
que vuestras bellas bilis cerebrales
dispensan por efluvios naturales.

Sin más, por despedirme algo travieso,
permitidme un segundo:

mando un abrazo a Edmundo,
a Shelley un beso,
a German, el más grande, una colleja,
a Kitian un sopapo cariñoso,
un Buenafuente! a Iván, si es que se deja,
a Jonha un apretón respetuoso,
el vaso existe! y mucha policía!
a Rick, el de Badía,
y a ferri una razón contradictoria,

…y así, fin de la historia.


El poeta cuántico.

4 comentarios:

Txiqui dijo...

Un genio!!
Eso eres! El puto amo!!

Anónimo dijo...

Eres grande JuanLu! jaja

Anónimo dijo...

Ya os podeis casar cuando querais...

Edmundo V dijo...

No es mala idea.

Sencillamente genial.

No hay combinación de palabras y versos que puedan igualar tan maño destello de ingenio.

Saludos.