28 enero 2009

Gabriel y yo

En el tiempo que llevo escribiendo en este blog nunca le he dedicado un post a Gabriel. Seguramente, por que lo hago en mi otro blog.

El otro día tenía en mis manos una preciosidad de libro, en él se encontraban dos discursos conmemorativos de Cien años de Soledad. Uno lo escribía el mismo Gabriel y el otro Carlos Fuentes, uno de sus grandes amigos. Fuentes nos detalla la sensación que tuvo al leer aquel (no sé si mal o bien llamado) Quijote Americano. También transcribe alguna correspondencia con Julio Córtazar, así como con Gabriel. En una de ellas, Gabriel le explica cómo está viviendo la experiencia de escribir el libro que le daría un nobel de literatura.

Espero que os guste este retazo de él:

"Jamás he trabajado en soledad comparable, no siento más punto de referencia que, quizás, Rabelais; sufro como un condenado poniendo a raya la retórica, buscando tanto las leyes como los límites de lo arbitrario, sorprendiendo a la poesía cuando la poesía se distrae, peleándome con las palabras. A veces, me asalta el pánico de no haber dicho nada a lo largo de quinientas páginas; a veces, quisiera seguir escribiendo el libro el resto de mi vida, en cien volúmenes, para no tener más vida que ésta..."

Carlos Fuentes la repite, de igual modo que voy a hacer yo, para abandonar al azar este post, que pronto olvidarán. O quizás no.

...para no tener más vida que ésta...